Entre saber y comprender


Todos los días miramos al mundo y cada persona lo mira desde una perspectiva diferente, es algo como lo que dice mi madre; cada quien cuenta como le fue en la feria, es decir yo odio los juegos mecánicos que te suben por las alturas y después te bajan en un instante, así que para mí es una tortura pero en algún momento salí con alguien que le encantaba subir a estos juegos (y cuando uno intenta ligar es demasiado complaciente) así que en resumen: para mi la feria fue una tortura y para ella un momento lleno de adrenalina y diversión.



Podemos saberlo todo de una cosa, pero no comprender nada en lo absoluto. Volviendo a la anécdota y tomando la como ejemplo para poder explicar aquello a lo que intento llegar, si al final del recorrido por aquella feria me hubieran preguntado qué era lo que más había detestado mi respuesta habría sido el juego llamado el huracán, por el contrario, si a ella le hubieran preguntado, cual es el momento mas feliz en la feria probablemente habría dicho que el estar en el huracán.

Justo en este punto es donde intento llegar, cada vez que nos relacionamos con alguien (ya sea que es solo una amistad o intentamos llegar a algo más) partimos desde lo que nosotros sabemos de la persona, cuanto mide, el color de su pelo o sus ojos entre otras cosas, sin embargo, hay cosas que ocurren de un momento a otro y nos enteramos de algunas cosas que nos parecen desagradables de esa persona y terminamos por alejarnos o romper la relación socioafectiva.

Ahora bien, el punto no es cuanto sabemos de una persona, sino cuanto comprendemos, es decir; ¿Por qué se muerde las uñas? ¿Por qué siente la necesidad de llorar cuando algo bueno o algo malo le pasa? ¿Por qué esa persona se aísla tanto? Podemos conocer absolutamente todo de las personas que nos rodean, incluso saber sus fechas mas especiales y sus momentos mas felices. Tener un registro detallado de sus horarios y aun así seria insuficiente, porque poco nos tomamos el tiempo de comprender.

La base de una buena relación socio afectiva es la comunicación, pero sobre todo la base de una buena comunicación es la comprensión; pongamos de ejemplo una pareja que le dice él a ella -solo iré al cine- lo cual podría tener dos interpretaciones

1.    Solamente ira al cine (o sea exclusivamente lo que hará será ir al cine)

2.    Ira sin ninguna compañía

Ahora si la pareja tiene una buena comunicación (o sea se comprenden el uno al otro) entonces sabrán descifrar el mensaje y darle la interpretación adecuada; sino veremos entonces la pelea de una pareja.

Antonio Porchia decía “sabes tanto de mi y no me comprendes. Saber no es comprender. Podríamos saberlo todo y no comprender nada.” 

Eso significa en gran medida que las personas hoy en día nos obsesionamos con saber mucho de las personas, damos puntos de vista sobre todos, sin embargo muy pocos comprenden realmente de donde proviene cada historia, como es que cada persona se ha construido a si misma  como decía Freud "detrás de cada persona hay una historia"

Muchas veces las relaciones de pareja acaban y viene la pregunta ¿Cómo pudo pasar, si había tan buena comunicación? y en cierta medida la duda es razonable, pero olvidamos el elemento mas importante la comprensión, es decir; porque el otro habla lo que habla, se expresa de manera tan negativa o tan positiva ¿cómo llego a ser lo que es?



Ahora si pudiéramos mirar a las personas desde ese punto, entonces las personas dejarían de ser alguien a quien constantemente tengo que codear y decirle (o criticar) que todo lo que hace esta mal o que es una mala persona. Comprender nos ayudara entonces a mejorar como personas, pero no solo a eso, también nos ayudara ver lo mejor de las personas y así buscar soluciones, comprender es la base de una mejor sociedad. Especialmente en una sociedad que tiene demasiada información y aun así comprende muy poco de las cosas.

Daré una ejemplo mas antes de cerrar: hoy en día todo mundo habla de estadísticas y de datos, hablan de cifras y números, sin embargo, casi nadie sabe que representa ese número, como se usa o de donde se obtuvo. 

cerrare con una frase de Baruch Espinoza: No burlarse, no lamentarse, no detestar,[a nadie] sino comprender 

 E.Cano

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