Eventos qué forman a la personalidad

 Por Ecano

Pará Linda, que me enseñó el valor las cosas que no planeamos y nos brindan felicidad imprevista

En ocasiones nos preguntamos si pudiéramos cambiar algunos eventos en nuestra vida ¿seríamos los mismos de hoy? Es decir, evitar el dolor nos haría mejores, peores o seríamos los mismos, seria mejor evitar esos momentos de dolor en nuestras vidas. En otras palabras ¿Bruce se habría vuelto Batman si sus padres no hubieran sido asesinados?

Sin embargo, podríamos decir que <<el dolor que hemos atravesado nos hace quienes somos>> somos el conjunto de experiencias. La vida nos llena de experiencia placenteras y otras no tanto,  y cada una de ellas nos forman y la vida nos da lecciones sobre lo que debemos ser.

Dostoievski escribe “Estábamos haciendo nuestros planes, pero olvidamos qué el destino también tiene planes” y muchas veces estamos sujetos a múltiples situación lejos de nuestro control, pero cada una de esas experiencias son las que forman nuestra percepción del mundo. En palabras de un poeta “lo que el árbol tiene de florido, vive de lo que tiene sepultado” son las cosas que nos han pasado y que a veces no se notan las que nos dan nuestro ser.

Como las personas que usan eventos trágicos como inspiración para escoger una carrera, a veces el dolor es necesario, qué la vida no sea como nosotros queremos es precisamente lo que nos ha dado y brindado la personalidad qué tenemos ahora.

Las cosas que nos pasan, el que a veces no quedemos en la carrera que queramos, o que las cosas no salgan como planeamos, nos dota de experiencias y nos da ápices de sabiduría, la suma de todos los eventos buenos o malos son las tablas qué comienzan a formar nuestra personalidad, a veces preferiríamos no sufrir, pero parte de ese sufrimiento nos muestra lo que podemos llegar a ser.

Cada cicatriz qué hay en nuestra piel es una marca de experiencia, un recordatorio de que somos vulnerables, pero también de que sanamos y que el camino que en un momento pensamos no era para nosotros termina brindándonos la felicidad y la satisfacción qué no esperábamos.

A veces las cosas que ocurren por accidente son mejores que las cosas que planeamos.


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